¿Sopa de ajo o sopa castellana?

Si quieres disfrutar de una riquísima comida castellana en Madrid, no puedes dejar de probar la famosa sopa de ajo. Se dice que esta receta cuenta con siglos de historia y que nació en tierras zamoranas, por eso se le conoce también como sopa castellana, gracias al ingenio del pueblo.

Una pequeña diferencia entre la sopa de ajo y la sopa castellana

La escasez de alimentos llevó a que se juntara en una olla el pan duro sobrante de días anteriores, con un poco de sal, ajo y de pimentón. El resultado fue un plato que con los años ha ido evolucionando hasta convertirse en uno de los más demandados por los amantes de la comida castellana.

En la actualidad, hay quién también agrega trozos pequeños de jamón serrano, quien cambia el agua por un poco de caldo de jamón o de ave, quien en lugar de pan, añade coliflor, quien la prepara con pimientos choriceros o con tomate natural y hay quien incluso añade un poco de queso. Pero la realidad es que este manjar, muy típico de la Semana Santa al no contener nada de carne en su versión original, consiguió extenderse por toda España hasta convertirse en uno de los platos favoritos de los almuerzos.

Y aunque lo habitual es llamarlo tanto con el nombre de sopa castellana como sopa de ajo, lo cierto es que hay una diferencia muy sutil: el caldo. La castellana es una sopa más acuosa que la sopa de ajo, ya que esta última se deja reposar más tiempo para que el pan chupe todo el caldo y se tome más espesa.